Así acabó la visita a mi hermanita en su habitación
Aparecí sin avisar en la habitación de mi hermana. Yo sabía lo que quería, ella al principio no tenía ni idea. Cuando le dije que estaba muy caliente la muy zorra se tapó con las sábanas. Un desprecio hacia su hermano que no iba a consentir. Así que continué insistiendo, yo sabía que en el fondo ella siempre había deseado mi polla. Seguro que muchas noches se tocaba pensando como sería follar con su hermanito, es decir, conmigo.
Mi insistencia a sabiendas de que era una batalla ganada tuvo premio. La convencí para que me hiciera una mamada y aceptó. Pero por supuesto no me iba a conformar solo con eso, yo lo que quería era probar su vagina. Así que me la acabé follando. No duré mucho, estaba tan caliente que me corrí al poco de penetrarla. Pero mereció la pena.
Gracias a eso he abierto la puerta para seguir follando con ella muchas más veces.