Aunque seas mi hija tan solo eres una puta
No tenía demasiado respeto a la puta de su hija, ni ella a él. Su relación familiar era bastante tensa y ella hacía lo que le venía en gana, incluso mostrarse ebria y fumar delante de su padre. Pero aquél día el maduro no estaba dispuesto a soportar más impertinencias de aquella jovencita, por lo que la agarró con fuerza y se la llevó a la habitación con intención de propinarle un gran castigo. Mientras la señalaba con su dedo la amenazaba y gritaba, pero ella se reía, le daba todo igual. De repente el hombre se sentó y la puso sobre sus rodillas azotando su trasero, pero eso la excitó tanto que hasta cerró sus ojos mientras sentía que su coño se mojaba.
Pronto aquella zorra le dio la vuelta a la situación y se puso sobre su padre buscándole la polla, no cabe duda de que era toda una puta. Finalmente la penetró mientras ella saltaba sobre su rabo. Totalmente desnudos siguieron follando, aunque después fue el hombre el que llevó la iniciativa dándole a cuatro patas hasta correrse sobre sus nalgas.