Con esa sonrisa cualquiera se la deja chupar
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Acostado en su cama, piensa en lo genial que podría ser tener la capacidad de ser una persona normal de esas que tienen fuerza de voluntad y llevan una vida moralmente aceptable para la sociedad. Luego se acuerda que la sociedad solo quiere borregos y que él no quiere ser uno de ellos. También entiende que con esa sonrisa que tiene su hermanastra, cualquiera se deja chupar la polla. Y él no iba a ser la exacción. Sobre todo porque ella insiste en hacerlo y entonces tiene que dejar que lo haga para luego darle una follada a su coño. Porque es lo que ella busca siempre.