follando con mi madre cara a cara
Después de que mi padre abandonara la casa tras el divorcio, me dejó vía libre para poder decirle a mi madre todo lo que sentía por ella, estaba completamente enamorado de ella y sentía la necesidad imperiosa de hacerle el amor. Mi madre es una mujer relativamente joven y nos llevamos poca diferencia de edad ya que yo tengo 21 y ella 43, los dos somos personas adultas y lo que hagamos será totalmente consentido. Asumiendo todas las consecuencias, un buen día la senté en el sofá y le dije directamente todo lo que pensaba mientras mi polla iba entrando en erección por segundos viendo lo bien que se lo estaba tomando e intuyendo que estaba a punto para entrar dentro de ella. Finalmente me la follé con rabia y los dos nos mirábamos fijamente a los ojos sin que ninguno retirara la mirada, si se hace, se hace bien…