Mi hermano entró muy cachondo a mi habitación, yo estaba dormida
Cuando mi hermano entró en mi cuarto yo dormía tranquilamente. Ni por asomo me podría haber imaginado lo que él quería. Por lo visto estaba muy cachondo y aun se había puesto peor al verme allí dormida. Empezó a tocarme y a besar mi cuerpo. Yo comenzaba a despertar, sabía lo que estaba sucediendo, pero lo dejé a ver hasta donde llegaba. De repente comenzó a tocarme el coño, me dio la vuelta a la cabeza y besó mis labios. Yo aun no había abierto los ojos, pero le devolví el beso sabiendo que era él.
Mi hermano estaba bastante cachondo, pero yo me había calentado mucho también. No se porqué aquella escena incestuosa me ponía mucho más caliente que el hecho de estar con cualquier otro tío. Y que él fuera más mayor que yo todavía me excitaba más.
Me estuvo follando en mi propia cama hasta que no aguantó más y en el último segundo reaccionó para sacar su polla caliente de mi vagina y correrse sobre mi vientre. Menos mal, porque yo no tomaba nada y podría haberme dejado embarazada. Menudo rabo tenía el cabrón.