Mi hija resultó ser demasiado traviesa
Que una jovencita sea algo traviesa es algo que se da por hecho, pero que la zorrita lo sea con su propio padre no es tan habitual. El hombre fue a la habitación de su hija y se la encontró allí tirada en la cama con el móvil y en tanga. Le llevó algo de beber y la chica lo agradeció, pero pronto esa zorrita se dio cuenta que su padre tenía una gran erección bajo los pantalones.
En lugar de haber disimulado lo que hizo fue directamente con un dedo tocar su paquete y reirse, estaba claro que esa guarra estaba cachonda y que su padre no era tampoco de piedra.
Finalmente el padre no se contuvo y se sacó la polla, ante lo cual la jovencita se la chupó. Después de aquella improvisada mamada la guarrilla se abrió de piernas y él la penetró en su propia cama. Al final le hizo un regalo que no suele ser habitual, y es que un padre no suele regalarle su semen a su hija.