Mi madre quería que le tocase las tetas, después me folló
Siempre ha sido demasiado sobreprotectora conmigo, ya sabes, una de esas madres que se desviven por su único hijo. Y ese chico mimado soy yo. Lo que sucede es que el cariño que mi madre sentía por mi lo confundió tal vez con otra cosa. Mientras estaba desayunando hablaba con ella de mis cosas, yo tenía un mal día y hablar con mi madre desde luego pensé que sería una buena idea. Pero ella tal vez no lo entendió bien, ya que comenzó a tocarme. Que una mujer madura como ella toque a su hijo de esa forma no era algo correcto, y menos aun cuando agarró mi mano y se la llevó a sus pechos. Yo no quería ni mirarla, pero reconozco que mi polla quería salirse de los pantalones.
Tras un rato jugando conmigo por fin consiguió la zorra lo que quería, que no era otra cosa que tener mi polla dentro de su coño. Me la follé en la misma cocina, y volvería a hacerlo mil veces. Al final mi leche salió disparada como si una fuente se tratase llenando todas sus tetazas y mojándola entera.