No les contaremos nada a los papás… prometido
Se habían quedado solos en casa, pero no hicieron algo propio de unos hermanos. Primero comenzaron a hablar, algo normal, pero cuando la chica le enseñó algunos de sus juguetes sexuales lo hizo con toda la intención de conseguir algo de él. El chico incluso agarró uno de esos juguetes, y de pensar que había estado dentro de su hermana se puso bastante cachondo. Al fin y al cabo era lo que ella pretendía.
Pronto la zorra comenzó a tocar sus piernas dirigiéndose hacia su paquete, el cual ya tenía bastante duro de por si. No tardó en sacarse la polla y ponerse a pajearse, cosa que también hizo ella. Los dos se masturbaban, uno al lado del otro, hasta que decidieron tocarse.
Estaba claro que iban a follar, pero antes de metérsela hicieron un juramento en el que prometieron no contar nada a nadie, no querían que sus padres se enterasen.